viernes, 26 de abril de 2013

Sputnik, mi amor - Haruki Murakami

Haruki Murakami es uno de  mis escritores favoritos desde que descubrí Kafka en la orilla. Me gusta mucho su forma pausada y algo distante de escribir, como si el narrador hubiese recibido la información a través de varios filtros.
 Sputnik, mi amor es uno de sus pocos libros que rondan por mi casa y nunca había leído. Esto se debe a que el libro que tenemos no se llama Sputnik, mi amor, sino Les amants du Spoutnik, lo que supone un problema para mi escaso francés. Me había propuesto esperar a saber más francés para podérmelo leer, pero no he sido capaz de aguantar.

Sobre el autor

 Haruki Murakami  (Kioto, 1949) ha recibido numerosos premios por su narración cargada de una sensualidad turbadora y una gran imaginación. Durante los últimos años se ha convertido en uno de los autores de referencia en todo el mundo.



Sinopsis

 Perdidos en la metrópolis de Tokio, tres personas se buscan desesperadamente intentando romper el eterno viaje circular de la soledad; un viaje parecido al del satélite Sputnik, donde la perra Laika giraba alrededor de la Tierra y dirigía su atónita mirada hacia el espacio infinito.
El narrador, un joven profesor de primaria, está enamorado de Sumire, a quien conoció en la universidad. Pero Sumire tiene una única obsesión: ser novelista. Un buen día, Sumire conoce a Myù, una mujer casada de mediana edad y se enamora apasionadamente de ella. Myû contrata a Sumire como secretaria y juntas emprenden un viaje de negocios por Europa que tendrá un enigmático final.

Crítica

 La narración de Haruki Murakami nos traslada una vez más a la faceta más íntima de los personajes. Como ocurre en otras obras suyas, el narrador no parece estar rememorando lo sucedido, sino que mas bien parece estar contemplando sus recuerdos a través de una cámara, casi como si fuesen los recuerdos de otra persona. Sin embargo, Murakami es capaz de captar la esencia de cada uno de los personajes por medio de unas pocas pinceladas, sin adornos excesivos.
Y es quizás esto lo que logra enamorar a los lectores, la capacidad de Murakami para captar la atención del lector sin necesidad de una acción desenfrenada y un exceso de patetismo.
Nos encontramos ante un triángulo amoroso de amores no correspondidos, un elemento quizás demasiado típico, al que Murakami aporta grandes novedades. Es precisamente esta falta de reciprocidad amorosa la que nos permirte acercarnos de forma tan íntima a los personajes.
Su forma pausada de narrar nos llena de una sensación de paz absoluta que en pocas ocasiones se tiñe de ansiedad.

Aunque no es uno de los mejores libros de Haruki Murakami, es uno de esos libros que no puedes dejar de leer.